Los casinos indios en los Estados Unidos: historia y estado actual

¿Por qué los indios tienen casinos? En esta página abarcamos este tema y hablaremos sobre los diferentes aspectos de los casinos operados por tribus de indígenas norteamericanos. Aunque estos establecimientos fueron legalizados en 1988, hoy, más de treinta años más tarde, todavía se está debatiendo sobre los propósitos de las instalaciones de juego tribales. En este asunto polémico están involucrados grandes intereses, dinero y esferas de influencia. Para tratar de ver el panorama de manera objetiva, te contaremos la historia y los datos más importantes sobre los casinos indios.
Regulación de los casinos indígenas norteameicanos Share on Pinterest

Para empezar, nos remontaremos años atrás y conoceremos la historia de los casinos indígenas y los factores que desempeñaron un papel importante y que contribuyeron a que se establecieran los centros de juego indios. Detallaremos asimismo cuál es su estado actual, algunos mitos populares y otros aspectos de los casinos tribales.

Historia de los casinos indígenas: ¿Cómo surgieron?

En 1988 entró en vigor la Ley de Regulación del Juego Indio con la que fue regulada la actividad de los casinos operados por tribus indígenas. Eso sucedió después de una serie de resoluciones de la Corte Suprema. Si bien los casinos tradicionales se suelen establecer con fines de lucro, los casinos indios en Estados Unidos tienen también el objetivo de generar ingresos para la tribu operadora que garanticen su independencia económica del estado.

Soberanía de las tribus norteamericanas

El president del Tribunal de la Corte Suprema, John Marshall

A través de los años ha habido varias intenciones de definir las relaciones entre el estado y las tribus nativas que se consideran naciones independientes. Desde los años 30 del siglo XIX se ha intentado encontrar una forma de determinar el estatus de los indígenas dentro de la población de los Estados Unidos y han sido elaborados varios proyectos de leyes.

En 1831 el presidente del Tribunal de la Corte Suprema, John Marshall, declaró a las diferentes tribus indígenas “naciones nativas dependientes” y que prácticamente tenían la relación de “un pupilo con su tutor”, algo que lógicamente provocó muchas reacciones negativas entre los indios, ya que eso suponía su estatus doble.

Durante el siglo XX el gobierno estadounidense siguió intentando encontrar formas de resolver el caso y en 1934 fue aprobada la Ley de Reorganización Indígena con la que a las tribus les fueron devueltas tierras y se promovió su autogobierno. Actualmente las diferentes tribus indígenas siguen tener el estatus de naciones soberanas y los casinos tribales se han convertido en su negocio nacional, asegurándoles recursos para independizarse económicamente.

Regulación moderna de los casinos indios en Estados Unidos

Tanto los casinos online en los Estados Unidos como los casinos terrestres necesitan de una estricta reglamentación. La regulación moderna de los casinos de los indios norteamericanos empezó a principios de los años 80 del siglo pasado. El caso de la tribu Semínola de Florida contra Butterworth dio un fuerte empujón a la legalización de los establecimientos de juego tribales, tal y como los conocemos actualmente.

Se trata de un seceso de 1979 cuando la tribu Semínola abrió en su reserva el primer bingo indio de apuestas altas, lo que provocó una reacción negativa por parte de las autoridades locales por el motivo de que el nuevo establecimiento no cumplía con el reglamento establecido, teniendo horarios de apertura, cantidades de jackpots y valores de los premios mayores de los permitidos.

Tras la intervención de la policía, la tribu presentó una demanda y el caso se llevó al Tribunal de Distrito, el cual sentenció a favor de los seminoles. Entonces, el estado recurrió a la Corte de Apelaciones, pero ésta confirmó la sentencia inicial, permitiéndoles a los nativos continuar con su negocio. Años más tarde, en 1987, hubo otro caso similar, esta vez se trataba de un juicio de California contra la tribu india de Cabazon y el tribunal también sentenció a favor de los indígenas.

Actualmente, la regulación del juego en Florida es una de las más desarrolladas en los Estados Unidos.

Autonomía de las tribus y las leyes federales

Existía una diferencia entre la supervisión a los indígenas por parte de los Estados Unidos antes y después del 1953. Inicialmente de los asuntos relacionados con los nativos se encargaba la Oficina de Asuntos Indígenas del Departamento del Interior de los EE. UU. y solo esta organización podía intervenir si un delito se cometía en un territorio indio. Sin embargo, en 1953 en seis estados entró en vigor la Ley Pública 280, según la cual las fuerzas de orden público podían intervenir en caso de delitos cometidos por indígenas o en tierras tribales.

Más tarde, cuando se escuchó el caso de la tribu Semínola, este se convirtió en uno de los principales argumentos destacados por el demandado, Butterworth, ya que el estado de Florida había aprobado dicha ley en 1961.

Cuestión de semántica

A simple vista parece raro que en ambos casos el tribunal sentenció a favor de los indígenas, pero cuando se trata de derecho y de leyes, hay que mirar con lupa. El primer argumento de estas resoluciones fue la importancia de la promoción de la autosuficiencia económica de las tribus. El segundo tenía que ver con la Ley Pública 280, concretamente, que esta autorizaba a los estados intervenir en los asuntos de los indios solo para cumplir con las leyes penales, pero mientras que en algunos estados las leyes de juego eran de carácter penal, en otros tenían carácter civil.

Tanto en el caso de Florida como en el de California se trataba de leyes con disposiciones de carácter civil y aunque ambos estados argumentaron que las violencias suponían sanciones penales, el tribunal no estimó los argumentos presentados y consideró que debía de existir disposiciones prohibitivas en la propia ley en cuestión. Puesto que la normativa vigente ni en Florida ni tampoco en California cumplía con esa exigencia, se concluyó que las autoridades estatales no tenían jurisdicción.

Ley de Regulación del Juego Indio de 1988

En 1988 se promulgó la Ley de Regulación del Juego Indio que por fin llenaría los huecos en la legislación en materia de los casinos indios americanos. Gracias a este documento el gobierno ya tenía una base legal en la que apoyarse en caso de asuntos como las dos demandas de las tribus de Florida y California. Dicha ley sigue vigente actualmente y regula la actividad de los casinos de los indios norteamericanos.

Aunque muchos creen que el proyecto de la Ley de Regulación del Juego Indio fue elaborado como consecuencia de los dos casos mencionados, la verdad es que éste ya existía en el momento del juicio de los indios cabazon, y la resolución en favor a los nativos, tanto a los seminoles como a los cabazon, simplemente aceleró su aprobación y la entrada en vigor.

Regulación actual de los casinos indios norteamericanos

La creación de la Ley de Regulación del Juego Indio provocó debates entre los representantes del estado y de las tribus que abarcaban cuestiones como los impuestos, reglas y estatutos que deberían establecerse respecto a los juegos de azar. Por un lado, los estados exigieron que los juegos se sometieran a la misma regulación que se aplicaba para los establecimientos que no pertenecían a los nativos. Por otro lado, los indígenas insistieron en que se les delegara un control autónomo sobre las actividades de los casinos operados por las tribus.

Finalmente se encontró una solución de compromiso clasificando las operaciones con apuestas en diferentes categorías, controladas por alguna de las dos partes, según el tipo de juego. A continuación acentuamos sobre los puntos principales de la Ley Reguladora del Juego Indio.

Clasificación de los juegos de azar

Los juegos citados en la Ley de Reguladora del Juego Indio se dividen en tres categorías con régimen de regulación diferente, siendo los juegos más lucrativos sujeto de supervisión más estricta.

  • Juegos de clase I: En esta categoría se incluyen juegos con un valor de los premios mínimo, así como juegos indios tradicionales realizados en relación con ceremonias o celebraciones tribales.
  • Juegos de clase II: Este tipo incluye bingo, lotería y otros juegos similares, entre las cuales están los juegos de cartas legalizados en el estado respectivo. No obstante, se excluyen los juegos de cartas en los que se juega contra la casa, como el blackjack, por ejemplo.
  • Juegos de clase III: esta tercera categoría reúne los juegos que no se definen dentro de las dos anteriores. Puesto que de la categoría II se excluyen los juegos jugados contra la casa y las máquinas tragamonedas, podemos concluir que prácticamente todos los juegos característicos de los casinos comerciales caben dentro de clase III.

Las tribus, el gobierno federal y los estados realizan el control sobre las diferentes categorías de la siguiente manera. Los juegos de clase I son regulados únicamente por las tribus. Para la clase II los juegos deben reunir los requisitos de una ordenanza especial, emitida por la Comisión Nacional de Juegos Indios (NIGC) y deben ser legales en el estado correspondiente, así como se aplican las normas estatales en cuanto a horarios de apertura, límites de apuestas y topes de los botes.

Para los juegos de la clase III además de una ordenanza de la Comisión Nacional de Juegos Indios y el requisito de legalidad, debe existir un pacto entre las tribus y los estados en cuyo territorio se encuentran los casinos indios.

Pactos entre las tribus y los estados

Mediante los pactos entre las tribus y los estados se consigue un acuerdo entre ambas partes interesadas en los asuntos relacionados con los casinos indígenas. Estos acuerdos son imprescindibles para el funcionamiento legal de los establecimientos que albergan juegos de clase III.

De conformidad con lo estipulado en la Ley de Regulación del Juego Indio, tanto las tribus como los estados, deben respetar los intereses de la otra parte y en caso contrario la parte perjudicada puede interponer una denuncia. El acuerdo alcanzado se formaliza mediante la firma de un contrato, llamado pacto tribu-estado, el cual entre otras cláusulas incluye la contribución monetaria de los casinos indios al presupuesto estatal.

Funciones de la Comisión Nacional de Juegos Indios (NIGC)

Las funciones de la Comisión Nacional de Juegos Indios están definidas en la Ley Reguladora del Juego Indio. Este organismo está vinculado al Departamento del Interior y se compone de un presidente y dos miembros asociados. Al menos dos de los tres miembros de la Comisión deben ser americanos nativos y no más de dos pueden formar parte de un partido político. El presidente de la Comisión es nombrado por el presidente de los Estados Unidos y esta elección debe ser aprobada por el Senado. Los dos miembros asociados, a su vez, son designados por el secretario del Interior.

Estas son las principales facultades de la Comisión Nacional de Juegos Indios:

  • Realiza la supervisión de los juegos de clase II ofrecidos en casinos indígenas pudiendo exigir el acceso a los establecimientos de juego y examinar los libros y registros de la empresa.
  • El presidente de la Comisión puede aprobar multas en caso de violación de las normas y ordenar el cierre temporal de las instalaciones de juego.
  • La Comisión aprueba las ordenanzas de juego que se requieren para los establecimientos de clase II y clase III.
  • La Comisión aprueba también contratos de administración de establecimientos de juego de clase II y clase III, los cuales se necesitan en caso de subcontratación de la administración de los casinos indígenas a empresas con experiencia en la industria.

A través de la Comisión Nacional de Juegos Indios o NIGC (por sus siglas en inglés) el gobierno federal puede participar en la regulación de los casinos indios americanos y velar por el cumplimiento de la Ley de Regulación del Juego Indio (IGRA) de 1988.

Destinación de los ingresos del juego

Algunas de las principales disposiciones de la IGRA se refieren a la destinación de los ingresos generados en los centros de juego indios. Muchos creen que los indios pueden gastar este dinero como quieran, pero esto es nada más que uno de los mitos sobre los casinos de los indios norteamericanos. La verdad es muy diferente y el gobierno tribal debe respetar reglas estrictas en cuanto a la distribución de los ingresos. La siguiente lista muestra las actividades en las que se pueden invertir estos ingresos:

  1. Financiar operaciones del gobierno tribal;
  2. Mejorar el bienestar general de la comunidad y sus miembros;
  3. Facilitar el desarrollo económico dentro de la comunidad;
  4. Hacer donaciones caritativas;

Puesto que la promoción de la política de autosuficiencia de las tribus es uno de los principales objetivos de la Ley de Regulación del Juego Indio, se han establecido los requerimientos anteriormente mencionados para así mejorar la economía y el bienestar de las tribus.

Situación actual

Tanto los casinos tradicionales como los casinos indios americanos mueven mucho dinero y en el caso de estos últimos, los fondos agregados son una buena manera de asegurar independencia económica a las tribus. Vamos a ver por dónde se sitúan las cifras de los beneficios y para este fin los compararemos con lo que generan los casinos comerciales. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas particularidades de los casinos indios. Por ejemplo, una parte significativa de los ingresos del juego se utiliza para pagar a empresas de gestión o a los estados, según los pactos firmados.

Las cifras

Las leyes de juego y los juegos legalizados difieren de un estado a otro y como hemos podido ver los juegos de azar de clase II y III solo se pueden llevar a cabo en los territorios donde no estén ilegales. Por lo tanto, solo hay casinos indígenas con juegos de las clases II y III en 28 estados en total, siendo Oklahoma el estado con el mayor número de instalaciones de juego tribales, que suman 137 establecimientos o el 27% de todos los 508 ubicados en los Estados Unidos.

En el segundo lugar se posiciona California con 77 casinos indios. De hecho, los indígenas operan algunos de los centros de juego en EE. UU. más prestigiosos.

Según una encuesta realizada por la American Gaming Association los casinos en EE. UU. que no pertenecen a nativos suman un total de 410 establecimientos, de los cuales 347 son terrestres y 63 son casinos ubicados en embarcaciones fluviales. No es de extrañar que 215 de todos los 410 se encuentran en el estado de Nevada.

Estados con casinos indios

En los Estados Unidos hay muchas tribus indígenas, pero solo los reconocidos como naciones soberanas por el gobierno federal pueden operar centros de juego. Las tribus que poseen establecimientos de juego de clase II y III son 243 en total, aunque los juegos más rentables clasificados dentro de la categoría III son operados por tan solo 12 tribus en 27 casinos.

40% de todas las instalaciones de la clase III, pertenecen a los cherokee, que explotan 11 casinos de este tipo. Los Cherokee no son la nación con el mayor número de casinos indios en general, pero si son la tribu que opera la mayor cantidad de casinos de la categoría III.

Cualquiera pensaría que, por su mayor número en comparación con los casinos comerciales, los casinos de los indios norteamericanos generan mayores cantidades de beneficios, sin embargo, los indígenas poseen un pequeño número de establecimientos de la clase III, los cuales son los más provechosos y prácticamente están autorizados a ofrecer los juegos con los que cuentan los casinos tradicionales. Por lo tanto, existe un gran desequilibrio en cuanto a los ingresos generados por los sitios de juego tribales y comerciales registrando estos últimos beneficios mucho mayores.

Ingresos de los casinos indios en Estados Unidos

Según los datos estadísticos publicados por la NIGC, en 2017 los ingresos generados en centros de juego operados por indígenas sumaron 32,4 mil millones de dólares, mientras que los establecimientos de juego comerciales recaudaron 39,9 mil millones de dólares. Representados estas cifras como porcentajes de todos los ingresos procedentes del juego en los Estados Unidos, la contribución de los indios y los casinos tradicionales es del 42,6% y el 52,2%, respectivamente.

Mitos y conceptos erróneos populares

Los juegos de azar han sido populares entre los indígenas desde hace siglos, e incluso la tribu Navajo, por ejemplo, veneraba uno de los dioses del juego más conocidos del mundo. En la sociedad se han popularizado diferentes conceptos relacionados con los juegos de los indios que son puros mitos y no tienen muchos que ver con la realidad. Tal vez los motivos de su existencia se deben buscar en las cantidades de dinero generados en los casinos indios y en el apoyo de estas actividades por parte del gobierno.

Dinero fácil

El primer mito sobre los casinos de los indios norteamericanos es la creencia que éstos son una fuente de dinero fácil para los indígenas. Eso no es del todo así, porque solo un pequeño porcentaje de todos los establecimientos ofrecen juegos de clase III, los cuales son los más rentables. Además, mientras que algunos de los centros de juegos indios están situados en áreas pobladas, muchos otros se encuentran en zonas aisladas y con infraestructura poco desarrollada, por lo que no disfrutan de la misma popularidad y no tienen la capacidad de generar cantidades de dinero comparables.

Cualquiera puede abrir un casino indio donde quiera

Solo los pueblos indios reconocidos como naciones independientes por el gobierno federal pueden abrir un casino. Hay muchas tribus que no cuentan con esta característica, las tierras donde viven no se consideran tierras tribales y por tanto no tienen derecho a hacer su propio casino. En este sentido, se puede abrir un centro de juego en zonas adyacentes a las reservas indígenas, pero se tienen que cumplir requisitos estrictos. Asimismo, para la explotación de juegos de clase III es necesario firmar un pacto entre la tribu y el estado.

El dinero generado se distribuye directamente entre los miembros de la tribu

Los pagos per cápita, o sea, los pagos individuales a los miembros de la tribu no están prohibidos, pero no son un concepto común usado por los casinos indios. Si se realizan, los beneficiarios tienen que pagar impuestos sobre las cantidades recibidas. Las razones por no dividir los ingresos de los establecimientos de juego directamente entre el pueblo radican en la creencia que eso desmotivará a los jóvenes a esforzarse y desarrollarse personal y profesionalmente en otras esferas. En general, se considera que este dinero “fácil” traerá más negativos que positivos para la comunidad.

Las tribus son los únicos beneficiarios de los casinos tribales

Aunque se cree que todos los ingresos realizados por los casinos se quedan para los indios, esto no es verdad para nada. Una parte de los beneficios se entregan al estado, de acuerdo con los pactos firmados. Por otra parte, tratándose en muchas ocasiones de algunos de los mejores casinos que no están en Las Vegas, las tribus suelen contratar empresas especializadas en los juegos de azar para explotar estos sitios, que a su vez cobran comisiones por los servicios prestados.

Además, la construcción y las inversiones posteriores se financian a través de préstamos y una gran parte del dinero acumulado se destina a su solvencia. De este modo, la tribu se queda con la cantidad del beneficio que sobre después de efectuar los pagos enumerados.

Dudas frecuentes y curiosidades

Al final de este articulo sobre los casinos indios en Estados Unidos hemos decidido dedicar una sección a las preguntas frecuentes más comunes acerca del tema. Consúltalas y conoce más información y curiosidades sobre los casinos indígenas.

🎰 ¿Por qué los indios tienen casinos?

Los indios tienen casinos para generar dinero y asegurar la independencia económica de las tribus reconocidas oficialmente como naciones soberanas. Sin embargo, los estados en cuyos territorios se encuentran dichos establecimientos también reciben parte de los ingresos generados del juego.

💸 ¿En qué se gasta el dinero acumulado por los casinos indígenas?

El dinero acumulado por los casinos de los indios norteamericanos se distribuye de la siguiente manera: una parte se asigna al estado; si se contrata una empresa para operar el casino, se le paga una comisión; en caso de un préstamo de un banco, parte del dinero va destinado para solventarlo; para propósitos de importancia para la tribu.

🦅 ¿Cuántos casinos indios hay en los Estados Unidos?

Los datos estadísticos de la NIGC de 2017, en los Estados Unidos hay alrededor de 500 casinos pertenecientes a indígenas. Según la clasificación de las categorías estos establecimientos pueden ser de case I, II y III, dependiendo de los juegos ofrecidos.

⚖️ ¿Quién regula los casinos indios americanos?

La Ley de Regulación del Juego Indio determina como la autoridad reguladora de los casinos indígenas la Comisión Nacional de Juegos Indios, la cual tiene tres miembros y está vinculada al Departamento del Interior. Una condición obligatoria es que dos de los tres miembros sean indígenas.

📜 ¿Qué ley regula los casinos de los indios norteamericanos?

Actualmente los casinos propiedad de tribus ind'igenas son regulados por la Ley de Regulación del Juego Indio de 1988, con el cual fueron encontradas soluciones de cuestiones pendientes desde hacía décadas. De esta manera, se reglamentaron de manera integral las relaciones entre los estados y las tribus indias reconocidos oficialmente por el gobierno federal.